7 reglas de oro para la prevención de la enfermedad renal
Muchos de nosotros no pensamos mucho en nuestros riñones, que trabajan tanto. La realidad es que el 33% de los adultos en los Estados Unidos corren el riesgo de padecer enfermedad renal.
Los principales factores de riesgo de enfermedad renal son diabetes, presión arterial alta, enfermedad del corazón, antecedentes familiares de enfermedad renal y obesidad.
Estas son las 7 reglas de oro de prevención para reducir las probabilidades de tener enfermedad renal.
1. Hacerse controles regulares
Llevamos el automóvil a una puesta a punto para asegurarnos de que funcione sin problemas, así que ¿por qué no cuidaríamos de nuestro cuerpo? El médico puede detectar la enfermedad renal con 2 simples pruebas: un análisis de orina y un análisis de sangre. Un análisis de orina que se llama cociente albúmina/creatinina (CAC) comprueba si hay en la orina una proteína denominada albúmina. Un análisis de sangre que se llama índice de filtración glomerular (IFG) indica cómo funcionan los riñones para eliminar los desechos del cuerpo.
Ahora es más fácil que nunca conocer su riesgo. Responda el cuestionario sobre el riesgo renal para ver si corre el riesgo de padecer enfermedad renal.
2. Controlarse la presión arterial
La presión arterial alta puede dañar los riñones y aumentar las probabilidades de tener enfermedad renal. Si la presión arterial se mantiene alta, es posible que su médico le pida que tome medicamentos. Hacer cambios simples en el estilo de vida, como reducir la sal y el alcohol, perder el exceso de peso y hacer ejercicio, puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control.
3. Manejar el azúcar en sangre
Los niveles de azúcar en la sangre pueden estar influidos por varios factores, incluidos algunos sobre los que no podemos decidir, como las hormonas, las enfermedades o el estrés. Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden hacer que los vasos sanguíneos dentro del riñón se estrechen y se tapen, lo que puede dañar los vasos sanguíneos y los riñones. Si tiene diabetes, la mejor manera de proteger los riñones es influir positivamente, de la mejor manera posible, en los niveles de azúcar en la sangre. El plan de tratamiento puede incluir cambios en la alimentación, ejercicio y medicamentos para reducir los niveles de azúcar en la sangre.
4. Llevar una alimentación saludable
Un plan de alimentación saludable, como la dieta mediterránea y la dieta DASH (enfoques alimenticios para detener la hipertensión), pueden ayudar a bajar la presión arterial y los lípidos en la sangre (grasa en la sangre). Estos planes de alimentación incluyen frutas y verduras frescas, leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, cereales integrales, pescado, aves, legumbres, semillas y frutos secos. También tienen menos sodio, azúcares, grasas y carnes rojas.
5. Ejercicio
Lo ha escuchado antes y vamos a decirlo de nuevo: hay que hacer ejercicio. El ejercicio puede ayudar a mantener un peso saludable, controlar la presión arterial y el colesterol, desarrollar fuerza y resistencia, y reducir las probabilidades de tener enfermedades como diabetes, enfermedad del corazón y enfermedad renal. Existen muchos tipos de ejercicios que pueden ayudar a mantenerse saludable, como caminar, hacer las tareas domésticas, practicar deporte o hacer ejercicio aeróbico (trotar, nadar, andar en bicicleta, subir escaleras o caminar).
6. Dejar de fumar
A estas alturas todos deberíamos conocer los numerosos peligros asociados al tabaquismo. El tabaquismo causa enfermedades en todos los órganos del cuerpo, incluidos los riñones. Si no puede dejar de fumar por su cuenta, pregúntele a su médico sobre las opciones de tratamiento.
7. No utilizar analgésicos en exceso
El uso excesivo de los analgésicos denominados AINE (antiinflamatorios no esteroides), como el ibuprofeno, puede causar enfermedad renal. El uso prolongado de AINE, especialmente en dosis altas, reduce el flujo de sangre al riñón, lo que causa daños en el tejido renal. Pregúntele a su médico sobre otros medicamentos para controlar el dolor, como el acetaminofeno.
¿Qué más se puede hacer?
El 33% de los adultos en los EE. UU. corren el riesgo de padecer enfermedad renal.
Nota especial sobre la enfermedad renal, la COVID-19 y grupos minoritarios: Las personas con enfermedad renal, los receptores de trasplantes y las personas con otras afecciones crónicas graves corren más riesgo de desarrollar complicaciones graves a causa de la COVID-19, también conocida como coronavirus. Las personas que se realizan diálisis pueden tener sistemas inmunitarios más débiles, lo que hace más difícil combatir las infecciones. No obstante, es importante saber que los pacientes con insuficiencia renal deben continuar con sus tratamientos de diálisis programados regularmente. Las personas que han recibido un trasplante de riñón deben tomar medicamentos contra el rechazo (también conocidos como medicamentos inmunodepresores). También es importante lavarse las manos, mantener una buena higiene y seguir las recomendaciones de su equipo de atención médica. Además de experimentar desigualdades en relación con la salud y la atención médica, algunos grupos raciales y étnicos también corren un mayor riesgo de contraer enfermedad renal y COVID-19 y son especialmente vulnerables.